El slow sex no trata sólo de alargar el coito, sino que busca conseguir que el sexo sea algo más que satisfacer una necesidad, para que participen todos los sentidos, y poder disfrutar con calma de la experiencia.
Se trata de redescubrir nuestro propio cuerpo y el de nuestro amante. Se trata simplemente de tomarse el sexo como un arte, y de practicarlo con tiempo, mimo y calma, y no de dejarnos llevar por rutinas.
No se trata sólo de mejorar en sí el momento del encuentro, sino de desear que llegue. a veces no hay mejor afrodisíaco que conseguir que nuestra compañera o compañero se sienta querido y valorado.
Los mal llamados “preliminares” no deben ser sólo una manera de calentar el horno.¿Quién dice que la penetración tenga que estar al final, y no al principio o en medio de nuestra sesión sexual? O simplemente, ¿quién dice que siempre tenga que haber penetración?
Se trata de pasar un rato disfrutando de la compañía del otro, de su cuerpo y del nuestro, y para conseguir ese objetivo, no hay una sola fórmula, sino todas las que nosotros queramos inventar.
El sexo puede ser “algo más”.